Luz de una oracion.
'Dios consedeme serenidad, para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las que si puedo y sabiduria para
distinguir la diferrencia'.
Valoramos tanto nuestra oracion de la serenidad porque nos aporta una nueva luz que puede disipar nuestra antigua y casi mortal constumbre de mentirnos a nosotros mismos.
En el resplendor de esta oracion vemos que la derrota, si se acepta de la forma apropiada, no tiene porque ser un desastre.
Ahora sabemos que no tenemos que huir, ni debemos de nuevo tratar de superar la adversidad por medio de otra ofensiva precipitada de lo que podemos derribarlos.
Grapepine, Marzo de 1962.
'Dios consedeme serenidad, para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el valor para cambiar las que si puedo y sabiduria para
distinguir la diferrencia'.
Valoramos tanto nuestra oracion de la serenidad porque nos aporta una nueva luz que puede disipar nuestra antigua y casi mortal constumbre de mentirnos a nosotros mismos.
En el resplendor de esta oracion vemos que la derrota, si se acepta de la forma apropiada, no tiene porque ser un desastre.
Ahora sabemos que no tenemos que huir, ni debemos de nuevo tratar de superar la adversidad por medio de otra ofensiva precipitada de lo que podemos derribarlos.
Grapepine, Marzo de 1962.
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